lunes, 25 de febrero de 2013

¿Las relaciones en línea cuentan como infidelidad?

¿Cómo se definen las relaciones amorosas en Internet?¿Si nunca ves en físico a alguien, se puede considerar realmente una relación?


Se debate si el Internet ha arruinado las relaciones humanas al destruir nuestra habilidad de socializar en persona. Varios periódicos americanos publicaron una serie de artículos que declaraban que el final del cortejo y las relaciones largas habían ocurrido debido a conexiones emocionales en Internet y a través de Facebook. 
La cuestión es que la facilidad con la que podemos coquetear a través el Internet y el aumento de la misma ha afectado el funcionamiento del matrimonio moderno. Encontrar una definición universal para el acto del engaño es menos interesante que comprender lo que realmente representan para nuestro comportamiento estos actos de infidelidad en línea. Sabiduría heredada fomenta la noción que las relaciones a través del Internet no son reales, son fantasías intensas, versiones destiladas del deseo, o un oscuro reflejo de nuestros deseos reales. 
Por ejemplo, un hombre casado sale de viaje por su trabajo y estando en otra ciudad, cena con una amiga. Después, por correo electrónico, le confiesa lo que siente por ella. Todos sabemos que el alcohol desinhibe, pero la protección de la pantalla de una computadora también lo hace. La pantalla ofrece una especie de valentía relativa porque muchos sienten que lo que hacen o escriben desaparece en cuanto apagan su equipo, por lo que sus acciones podrían ser inconsecuentes en su vida ‘real’. En fin, el hombre rápidamente le envía correos describiendo sus fantasías a su amiga, ella trata de decirle que no le interesa pero él lo ignora. Él le envía entre 10 y 15 correos diarios. ¿Se puede considerar una relación real?, ¿Está engañando a su esposa? O ¿Solamente juega con fantasías como si estuviera en un sueño? 
Evidentemente, las relaciones a través de correos electrónicos se prestan a más proyecciones que las relaciones normales. Cuando se manda un mensaje de texto o se le escribe a alguien que se conoce bien, el medio se presta a interpretaciones personales -al placer unilateral de la expresión de uno- el recipiente se reduce meramente a una idea. 
Otro ejemplo, un empresario casado, inquieto con hijos pequeños en casa envía un solicitud de amistad en Facebook a una escritora. Ella acepta y él le manda un mensaje diciendo ‘Gracias por aceptar. Estaba un poco nervioso al enviar la invitación’. Ella responde ‘¿Por qué nervioso?’ a lo que él responde, ‘Las razones psicosexuales de hombre casado de siempre.’ Al poco tiempo el comienza a tener fantasías con ellas, realmente no ella, ya que nunca se conocieron en la vida real a pesar de tener amigos en común, pero fantasías con la idea de ella. Esto es mucho menos dañino a la familia que lo espera en casa que la relación antes mencionada, sin embargo tampoco es tan inocente cómo un sueño, ya que aunque de manera abstracta, existe otra persona.

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