Si
detrás de Enrique Peña Nieto se encuentran los intereses de Televisa
más allá de los jugosos contratos económicos que el priísta le hubiera
pagado para promocionarlo, entonces los adversarios de Peña Nieto sí que
la tienen difícil.
Hoy a las doce de la noche se terminan de
manera oficial las campañas proselitistas de los diversos candidatos a
puestos de elección popular que el próximo domingo se disputan el voto
del electorado. Por lo tanto, ningún candidato podrá hacer mención
alguna, tampoco será legal promover encuestas de opinión y se insta a
retirar la publicidad electoral cercana a las casillas de votación.
Pero para todos aquellos que tenemos acceso a internet o a las redes sociales, la cargada será descomunal. No habrá espacio en el que no continuemos viendo mensajes con de descalificación con el único fin de tratar de influenciar nuestro voto hacia uno u otro partido o candidato.
Desafortunadamente esta será la etapa más negra de la campaña electoral. El desprestigio y las acusaciones serán la materia prima que utilizarán los partidos políticos para restarles puntos a sus adversarios.
En este escenario, las redes sociales, es en donde se ha propagado también de forma exponencial el odio y divisionismo que los mexicanos vivimos en el 2006.
Apuesto a que se reeditará el descontento y los ataques que vivimos desde la misma noche del primero de julio de hace seis años.
¿Qué tal si resulta que el más mesurado en las expresiones adversas a su candidatura presidencial resultase ganador de acuerdo al conteo preliminar del Instituto Federal Electoral (IFE)?
Como en muchas ocasiones aquí se apuntó, al candidato a la Presidencia del Partido Revolucionario Institucional (PRI) desde el inicio de la campaña en el mes de abril, no le quedaba más que mantener el paso y resistir los embates, pues su crecimiento en las preferencias electorales había llegado mucho tiempo antes y eso en el momento justo del trabajo proselitista le traería muchos problemas con quienes se apostaron y apuestan como sus adversarios.
Si detrás de Enrique Peña Nieto se encuentran los intereses de Televisa más allá de los jugosos contratos económicos que el priísta le hubiera pagado para promocionarlo, entonces los adversarios de Peña Nieto sí que la tienen difícil.
No imagino como un consorcio tan colosal como es la empresa de Emilio Azcárraga Jean podría dejar a la decisión del voto democrático de sus clientes, sus propios intereses como firma de ser un verdadero activo de la campaña presidencial priísta.
Después de la reedición del 2006 en este 2012 de la campaña de odio y divisionismo entre los mexicanos a través de la línea electoral en televisión y redes sociales, habrá que prepararnos para defender nuestro voto o nuestras ideas con acciones y no con ataques, porque "nadar de muertito" nos llevará a otros seis años en donde taparnos la boca acrecentará la división entre nosotros, y dejará crecer nuevos monstruos que desde ahora construyen sus candidaturas y alianzas.
Acta Divina... El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, apuntó que una vez que termine su encargo actual, iniciará los trabajos por la Presidencia de México en el periodo 2018-2024.
Pero para todos aquellos que tenemos acceso a internet o a las redes sociales, la cargada será descomunal. No habrá espacio en el que no continuemos viendo mensajes con de descalificación con el único fin de tratar de influenciar nuestro voto hacia uno u otro partido o candidato.
Desafortunadamente esta será la etapa más negra de la campaña electoral. El desprestigio y las acusaciones serán la materia prima que utilizarán los partidos políticos para restarles puntos a sus adversarios.
En este escenario, las redes sociales, es en donde se ha propagado también de forma exponencial el odio y divisionismo que los mexicanos vivimos en el 2006.
Apuesto a que se reeditará el descontento y los ataques que vivimos desde la misma noche del primero de julio de hace seis años.
¿Qué tal si resulta que el más mesurado en las expresiones adversas a su candidatura presidencial resultase ganador de acuerdo al conteo preliminar del Instituto Federal Electoral (IFE)?
Como en muchas ocasiones aquí se apuntó, al candidato a la Presidencia del Partido Revolucionario Institucional (PRI) desde el inicio de la campaña en el mes de abril, no le quedaba más que mantener el paso y resistir los embates, pues su crecimiento en las preferencias electorales había llegado mucho tiempo antes y eso en el momento justo del trabajo proselitista le traería muchos problemas con quienes se apostaron y apuestan como sus adversarios.
Si detrás de Enrique Peña Nieto se encuentran los intereses de Televisa más allá de los jugosos contratos económicos que el priísta le hubiera pagado para promocionarlo, entonces los adversarios de Peña Nieto sí que la tienen difícil.
No imagino como un consorcio tan colosal como es la empresa de Emilio Azcárraga Jean podría dejar a la decisión del voto democrático de sus clientes, sus propios intereses como firma de ser un verdadero activo de la campaña presidencial priísta.
Después de la reedición del 2006 en este 2012 de la campaña de odio y divisionismo entre los mexicanos a través de la línea electoral en televisión y redes sociales, habrá que prepararnos para defender nuestro voto o nuestras ideas con acciones y no con ataques, porque "nadar de muertito" nos llevará a otros seis años en donde taparnos la boca acrecentará la división entre nosotros, y dejará crecer nuevos monstruos que desde ahora construyen sus candidaturas y alianzas.
Acta Divina... El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, apuntó que una vez que termine su encargo actual, iniciará los trabajos por la Presidencia de México en el periodo 2018-2024.
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